lunes, 15 de septiembre de 2014

Septiembre, o la vuelta a la vida

Me voy a permitir tomar prestado este texto de Carlos Gamo (http://lamiradadebicietereo.blogspot.com/) porque creo que es totalmente pertinente, especialmente hoy, lunes, en la semana que comienza...


¡¡Ah!!, que bien, todo vuelve a su ser, a su ritmo de siempre, las prisas, los cláxones pitando, los ruidos, los humos, los malos humos y la mala leche, la agresividad, las miradas asesinas, la gente arrogante, las prisas”,  ¡¡que placer!!, “vienen nuevos.”

Esbozo una sonrisa sarcástica cuando te da por recordar todos esos eslóganes para que la gente consuma su tiempo libre en lo que otros quieren que la gente lo consuma.

Hacen una apología de paraísos, de playas vírgenes, de lugares remotos donde descansar, donde perderse, donde dejar las prisas, desconectar, donde,…………… llevar al ganado, ósea a los borregos que se lo creen, para que luego vuelvan más felices, más orgullosos y arrogantes, pero, en realidad vuelven sin solucionar nada de lo que han dejado aquí: véase lo escrito arriba: la arrogancia, las prisas, la mala leche, la agresividad, etc.

“Huye, escápate, recarga las pilas, fuera la rutina, ¡¡JA!!,¡¡JA!!, me parto y cada vez más.

¿Dónde quedan esos relajos, esas tranquilidades, esas calmas a la luz del atardecer en aquella playita, tomándose ese mojito, o esa cervecita? ……….. , cuando la peña en dos días se vuelve a conectar el chip de la productividad, la eficacia, la eficiencia, el aquí estoy yo, porque yo lo valgo, el que se te cruza sin dar intermitentes, el que te saca un puño por la ventanilla, increpándote, etc, etc, etc.

¡¡Ah!! que bien, todo vuelve a su ser.

Nos venden la escapada “al paraíso” temporalmente,  para volver a los infiernos, a la profunda oscuridad de una ciudad enferma, un poquito más tarde y tontos de nosotros seguimos alimentándola, alimentando una ciudad y una sociedad enferma, por otra parte. Pero, eso sí, con eso que dicen “de las pilas cargadas”,………. me troncho.

Siempre te están vendiendo algo, pero, para mañana, pero, ese mañana nunca llegará y lo saben, porque no se trabaja para que sea así.

No hay “paraíso” que no construyamos día a día; que el hecho de irnos de vacaciones, a recorrer o, a perdernos, o, a descansar no conlleva una vida mejor a la vuelta de tan repetitivo ciclo de rutinas llamadas vacaciones. 

Si no construimos día a día nuestro propio “paraíso”, nuestro propio rincón de respiro, si no construimos una sociedad mejor día a día, una ciudad mejor, más vivible de nada sirven escapadas

Construirlo con pequeños gestos como dejar de coger el coche y coger la bici o los transportes públicos o, ir andando, dejar de crearnos necesidades que también nos venden como vitales, dejar de consumir desaforadamente no serían malos ejemplos para empezar.

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